La licitación Hidrovía Paraná enfrenta un nuevo obstáculo judicial que podría frenar su avance. Una medida cautelar obtenida por organizaciones ambientalistas cuestiona el dragado de un tramo del río Paraná frente a la localidad de Ramallo, poniendo en riesgo un proyecto clave para el comercio exterior de Argentina y de la región.
Un corredor estratégico para el comercio exterior
La Hidrovía Paraná-Paraguay es una autopista fluvial de 3.400 kilómetros que conecta Argentina, Bolivia, Paraguay, Brasil y Uruguay con los mercados internacionales. Su correcta operatividad, especialmente en lo relacionado a la profundidad Hidrovía, es fundamental para que buques de gran calado puedan navegar sin inconvenientes y transportar mercancías de forma eficiente.
La controversia por el dragado en Ramallo
En julio, la Justicia Federal de Rosario solicitó al Gobierno informes ambientales que respalden el dragado realizado frente a Ramallo. La decisión respondió a un reclamo ambientalista que advierte sobre la falta de estudios de impacto ambiental y participación ciudadana, tal como exige la normativa vigente.
El sector ecologista sostiene que la ruta alternativa propuesta ante la bajante histórica del río afecta zonas de alto valor ecológico, incluyendo playas, humedales y áreas turísticas. Entre los riesgos señalados se encuentran la erosión costera, pérdida de biodiversidad y afectación del suministro de agua.
Profundidad y calado: puntos clave de la licitación
Actualmente, la profundidad de la Hidrovía permite un calado de 34 pies (10,36 m) hasta Timbúes, Santa Fe. Hacia el norte, el calado se reduce a 25 pies (7,60 m), lo que limita la navegación de buques Panamax y obliga al uso de embarcaciones más pequeñas.
Los buques Panamax marcaron un antes y un después en el transporte marítimo, adaptándose a las dimensiones del Canal de Panamá y maximizando la capacidad de carga. Sin embargo, en la licitación anterior —dada de baja por el Gobierno— se había propuesto un calado de apenas 17 pies (5,17 m) hasta Santa Fe, lo que restringiría el puerto a operaciones con barcazas y elevaría los costos logísticos.
Impacto económico y ambiental
La reducción de la capacidad de carga implica mayores costos de transporte, afectando la competitividad regional. Al mismo tiempo, el cumplimiento de estándares ambientales se ha convertido en un requisito indispensable en cualquier proyecto de infraestructura fluvial.
Referentes del sector agroexportador remarcan que el Gobierno debe equilibrar los objetivos económicos con el cuidado del medio ambiente, asegurando que la licitación Hidrovía Paraná cumpla con todas las exigencias legales y sociales.
El rol de la gestión actual
Las mesas técnicas organizadas por la Oficina Nacional de Puertos y Vías Navegables continúan recogiendo opiniones de los distintos actores del sector. Esta apertura al diálogo contrasta con gestiones anteriores y podría ser clave para encontrar un consenso que permita avanzar con la licitación sin desatender los compromisos ambientales.
Conclusión
La licitación de la Hidrovía Paraná-Paraguay es un proyecto estratégico para el comercio exterior argentino. Sin embargo, la combinación de desafíos logísticos, requisitos ambientales y disputas judiciales exige un abordaje integral. Alcanzar un equilibrio entre desarrollo económico y sostenibilidad será determinante para el futuro de este corredor fluvial.
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